En San Francisco existe una fabrica de colchones llamada McRoskey que tiene contratado a un hombre que salta sobre sus colchones para darles un acabado especial.
El hombre llamado Reuben Reynoso explicó que aunque parezca un empleo sencillo no lo es, «se trata de un proceso que comprime el algodón de una manera que las máquinas son incapaces de lograr», la precisión es fundamental. Si el colchón no esta lo suficientemente comprimido no entrara en la maquina, y si lo esta demasiado el algodón se comprime demasiado.
Uno de estos colchones tan especiales hechos a mano, suelen llegar a costar hasta 2.730 dólares.
En San Francisco existe una fabrica de colchones llamada McRoskey que tiene contratado a un hombre que salta sobre sus colchones para darles un acabado especial.
El hombre llamado Reuben Reynoso explicó que aunque parezca un empleo sencillo no lo es, «se trata de un proceso que comprime el algodón de una manera que las máquinas son incapaces de lograr», la precisión es fundamental. Si el colchón no esta lo suficientemente comprimido no entrara en la maquina, y si lo esta demasiado el algodón se comprime demasiado.
Uno de estos colchones tan especiales hechos a mano, suelen llegar a costar hasta 2.730 dólares.
Existe un trabajo que básicamente es saltar sobre colchones
En San Francisco existe una fabrica de colchones llamada McRoskey que tiene contratado a un hombre que salta sobre sus colchones para darles un acabado especia
meganicho
es
2025-01-30


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