Johnny Cash vio su cara clavada en un árbol del camino. Hacía ya muchos años que no se miraba a sí mismo. Cuando estuvo más cerca pudo descifrar la leyenda. «SE BUSCA VIVO O MUERTO». Y debajo del grabado de su rostro, leyó: «RECOMPENSA: … DÓLARES».
Era una cantidad formada por tres cifras, castigadas por los fuertes vientos y las duras lluvias de Alabama. Johnny desenfundó su colt con desgana y descerrajó una bala sobre la primera cifra (la de las centenas).
Había dividido su precio por cinco.
-¡Alabado sea el Señor!, exclamó la bella hija del doctor que había estado sentada al otro lado del árbol resolviendo las tareas de aritmética.
Johnny se sonrojó, amartilló y volvió a a hacer sonar su colt, borrando con esta bala otra cifra (la de las decenas).
Había vuelto a dividir su precio por cinco.
-¡Usted es un auténtico genio para los números!, se exaltó la jovencita.
-¡Tontuela!, comentó Johnny para sus adentros. Espoleó el caballo y nunca más volvió.
¿Sabrías deducir cuántos dólares se ofrecían por la captura de Johnny Cash?
El hombre que disparaba
Johnny Cash vio su cara clavada en un árbol del camino. Hacía ya muchos años que no se miraba a sí mismo. Cuando estuvo más cerca pudo descifrar la leyend
meganicho
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2024-12-06
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