Los villanos de anime solían ser simples.
Eran poderosos, despiadados y a menudo predecibles.
Sus motivos eran simples: dominar el mundo o destruirlo.
No tenían pasado, ni complejidad, solo puro mal.
Pero con el tiempo, la narración en el anime evolucionó y las cosas cambiaron.
Hoy en día, los villanos de anime se han transformado en algo más matizado, con capas, y, atrevímonos a decirlo, casi relacionable.
Para ser exactos, los villanos se volvieron más profundos.
De repente, estamos viendo antagonistas con pasados trágicos, morales en conflicto e incluso intenciones nobles.
Veamos cómo el anime pasó de villanos unidimensionales a antagonistas sobre los que no podemos evitar reflexionar.
Inicialmente, los villanos de anime fueron diseñados para ser, simplemente, odiados.
Llevaban sus capas negras, reían de manera amenazante y tenían toda la sutileza de un ladrillo en la cara.
Estos villanos eran seres poderosos con un insaciable deseo de destrucción, dominación del mundo o venganza personal.
Frieza, por ejemplo, no estaba exactamente reflexionando sobre su lugar en el cosmos o lidiando con ansiedad existencial.
Era despiadado, frío y simplemente desagradable.
Si estaba en una escena, era porque estaba allí para pelear o monologar sobre sus planes para dominar el universo.
Y a los fans les encantaba.
Hay algo catártico en ver a un villano directo ser derribado por un héroe noble.
Pero a medida que pasaba el tiempo, las audiencias anhelaban más profundidad, y bueno, los creadores de anime lo ofrecieron.
A medida que el anime crecía en popularidad, el género evolucionó, y también lo hicieron sus matones.
Los creadores de anime comenzaron a experimentar con personajes que difuminaban la línea entre héroe y villano.
En lugar de malvados que giran bigote, empezamos a ver personajes como Vegeta de Dragon Ball Z, Hiei de Yu Yu Hakusho y hasta Gaara de Naruto.
Estos personajes, aunque inicialmente posicionados como antagonistas, tenían sus propias historias de fondo complejas y motivaciones que no eran puramente “malas”, sino que provenían de un lugar de dolor, pérdida o supervivencia.
Tomemos a Vegeta, por ejemplo.
Al principio, es un Saiyajin orgulloso, hambriento de poder, decidido a demostrar su superioridad sobre Goku.
Pero a medida que avanza la serie, vemos la transformación del personaje de Vegeta.
Comienza a formar vínculos con otros, cuestiona sus motivos e incluso se enamora.
Se convierte en el chico por el que estábamos animando, un verdadero anti-héroe en todos los sentidos de la palabra.
Alrededor de los años 2000, entramos en lo que algunos podrían llamar la “edad de oro” de los villanos de anime. Estados para Whatsapp
Eran personajes con motivaciones moralmente ambiguas que no eran fáciles de descartar como simplemente malvados.
Entran villanos como Light Yagami de Deathnote, Shogo Makishima de Psycho-Pass y Lelouch Lamperouge de Code Geass: Lelouch de la Rebelión.
Estos personajes no buscan destruir el mundo; quieren cambiarlo, cada uno con su propia visión de la justicia, por retorcida que sea.
Light Yagami comienza con intenciones, argumentablemente, nobles.
Quiere librar al mundo de criminales utilizando el misterioso Death Note, un cuaderno que mata a cualquiera cuyo nombre esté escrito en él.
Pero a medida que gana poder, sus intenciones iniciales se nublan por su creciente complejo de dios.
Al final de la serie, nos queda la pregunta de si Light fue realmente un “chico bueno” o simplemente fue corrompido por el poder.
Shigaraki Tomura es un ejemplo de cómo el trauma puede moldear la visión del mundo de alguien.
Su historia de abandono, negligencia y una tragedia familiar accidental es desgarradora, haciendo que su descenso posterior en la villanía parezca casi inevitable.
La historia de Shigaraki revela cómo la sociedad puede fallar a su gente, empujando a alguien por un camino oscuro.
Y luego está Zeke Yeager.
Su visión de la humanidad es sombría, pero su historia arroja luz sobre las razones detrás de su ideología.
A medida que descubrimos las capas de su personaje, deja de ser solo un antagonista; se convierte en una persona moldeada por las crueldades de su entorno.
El personaje de Zeke nos recuerda que no todos los villanos nacen; algunos son hechos por sus circunstancias.
Entonces, ¿por qué los villanos de anime están evolucionando de “chicos malos” clásicos a personajes casi tan atractivos como (si no más que) los héroes? La respuesta radica en el hecho de que las audiencias anhelan historias que reflejen las complejidades de la vida real.
Los “villanos” del mundo real rara vez son simplemente malvados por serlo; a menudo son productos de sus entornos, experiencias y elecciones.
Al reflejar esto en el anime, los creadores invitan a las audiencias a pensar críticamente, incluso a empatizar, con personajes que de otro modo podrían ser fáciles de odiar.
Goku, un joven poderoso con cola, pasa sus días cazando y viviendo de la tierra.
Su vida cambia cuando él...
La Evolución de los Villanos en el Anime: De Estereotipos a Personajes Complejos
🌟 **Evolución de los Villanos en el Anime** 🌟 En el pasado, los villanos de anime eran personajes unidimensionales, fáciles de odiar: poderosos, cruel
meganicho
es
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2024-12-08
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