Al pasar con mi hija Sara (11 años entonces) junto al abuelo, que parecía estar dormido, vi que tenía una nota en su mano izquierda, con el nombre de una película que reconocí al momento.
Sara también vio la nota, claro,
Cuando nos sentamos frente a él, abrió los ojos.
Sara aprovechó para buscar información en google en su telefóno.
Yo: «¿En qué piensas, yayo?»
Abuelo: «Hay muchas hojas de árbol por el suelo, pero prefiero ver la película que he escrito en esta nota en mi mano».
Sara: «¡Abuelito, si no puedo adivinar la película, yo recogeré las hojas! , pero tienes que darme alguna pista a modo de esos acertijos que nos sueles contar.» dijo, mientras me miraba con cara de complicidad.
Abuelo: «Está bien, Sara, te daré algunas pistas. Se estrenó en un año bisiesto, ganó más de un Oscar y el título es una sola palabra».
Sara , rápidamente y con cara de felicidad dijo el nombre de la película que había visto en el papel (y que seguro había buscado en google momentos antes).
El abuelo sonrió e inmediatamente me di cuenta de su trampa.
Me pasó el papel, y sin mirarlo le dije a mi hija: «Te queda mucho mundo por recorrer, Sara, me parece que el yayo se va a ver su película y tú a recoger las hojas.»
¿Qué película había escrito el abuelo y cómo la engañó?
Otra de mi abuelo.
Al pasar con mi hija Sara (11 años entonces) junto al abuelo, que parecía estar dormido, vi que tenía una nota en su mano izquierda, con el nombre de una pe
meganicho
es
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2024-11-28
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